viernes, 15 de abril de 2011

ENVUELTOS EN UNA FANTASÍA, ¿SOCIEDAD O SUCIEDAD?

Daila era una mujer joven  que vivía en la mancha urbana , ahí dónde el estrés y la monotonía son los protagonistas del día a día, se levanta cada mañana 7:30, con los ojos implorando más descanso y la piel sintiendo el delicado frío de la mañana, su cuerpo quiere seguir en aquellas suaves y térmicas cobijas, pero su mente se activaba como si ésta tuviera autonomía y fuera un ser completamente apartado a ella, que manipulando cada una de sus acciones, la guía por la vida, como si de un títere se tratara,  recordándole las miles de actividades y obligaciones que la esperan, puntuales a la cita que en su agenda está programada. Vida repleta de orden, prioridades y escenarios racionalmente prediseñados, montados en hora, lugar y forma determinada.
El molesto sonido de la alarma tan constante y penetrante, forzan la natural etapa del descanso profundo, en un acto de pesar, lentamente comienza a abrir los pesados párpados para echar un vistazo a su alrededor y contemplar sus muebles,  sus libros y su closet con prendas que recubrirán en unos momentos por completo su imagen, transformándola en esa gran empresaria líder por excelencia, que a los ojos de los demás es imponente, preparada, intelectual, carismática,  y es que ¿qué le podría faltar a esa mujer?.
Cuando termina de realizar una inspección inconsciente de su espacio, rápidamente empuja sus cobijas, se sienta sobre la cama y siente el suave tapete bajo sus pies, mira un momento al suelo, cómo si pudiera hablar con su alma, voltea directamente al espejo de su elegante tocador y observa con profunda fijación sus ojos, quisiera salir de su casa así tal cual, sin mascaras, sin telas elegantes y sin ningún título en la vida, ser simplemente una mujer deseosa de libertad y plenitud, presentarse ante todos como la Daila natural, no como la Daila idealizada que todos tienen en mente.
Se dirige hacía su tocador, tambaleando de un lado al otro, sus pies y sus movimientos corporales apenas están carburando, entra a la regadera, siente el agua tibia sobre su pelo, cara, torso, piernas, el agua cristalina recorre aquél esbelto y adormilado cuerpo, continua pensando en todo lo que tiene que hacer hoy, “la junta con los directivos de la unidad de ventas”, “los presupuestos maestros del mes de abril”, “la planeación del siguiente promocional de mercadotecnia” … y sus pensamientos se siguen hilando al sonar del agua. Termina, frota rápidamente la toalla sobre cada centímetro de piel, estresada por el tiempo que ahoga su respiración, se dirige directamente a aquel gran closet, toma un traje sastre, cepilla y arregla su cabello, para finalizar en su cara con un maquillaje perfecto, su imagen ante el espejo es completamente diferente a la Daila somnolienta y desalineada que vio hace apenas 35 minutos, su apariencia es impecable y perfecta, cierta perfección a veces la fastidia y la cansa. Corre hacia su auto, meditabunda pero al mismo tiempo ansiosa por llegar a aquél lugar de trabajo.
Una vez que sube al elevador sus pensamientos reflexivos respecto a su vida, se convierten en cifras, costos, nombres de clientes, presupuestos inconclusos, típico de una directora del área de mercadotecnia en una empresa de publicidad altamente reconocida. La puerta del elevador se abre y ante sus ojos el movimiento de la vida diaria laboral la está esperando como cada mañana, camina hacía la comodidad de su oficina y justamente en la puerta está su asistente Penélope, chica tierna, capaz y sumamente inteligente, persona  llena de luz que  la hace sentir tranquila y en profunda paz, Daila la reconoce cómo una persona importante dentro de su vida ¿Por qué es su mano derecha? ¿Quizá la vea como su hermana, su colaboradora?, sosteniendo en una mano la taza de café, justo como a su jefa le encanta, dos cucharaditas de azúcar y una de crema, Daila toma el café, no sin antes  de forma inconsciente rozar su mano con la de Penélope , que le produce un enorme sentimiento de bienestar y ternura,  agradece, llevándose a los labios el tibio café que endulza su paladar y  al mismo tiempo mitiga el cansancio de su cuerpo, Penélope reporta las juntas y actividades urgentes a atender, en un profundo respiro Daila asienta con la cabeza, en un acto de rectitud y responsabilidad,  se sienta sobre la acolchonada silla de oficina y comienza a hojear cada papel y documento de la inmensa de pila que descansa sobre su escritorio, en un suave movimiento de las hojas logra vislumbrar el retrato de sus padres ,  personas cultas, de un alto estatus social y costumbres morales muy arraigadas a la formalidad y a las normas establecidas, hace una pausa en la revisión de los planes estratégicos de promoción y por un instante se proyecta en su adolescencia, recuerdo que tiene como escenario una deliciosa comida familiar en la mesa de roble de la casa de sus padres, hipnotizada por aquella memoria recuerda la voz de su padre: “Tendrás que ser una mujer completa, digna de admirar, la mejor en cada acción que te propongas, tendrás que superarme y a tu madre también, no escatimaras en tus estudios y deberás sobresalir de la multitud, ¿Daila?, ¿me escuchas?” , ese ¿Daila? ¿me escuchas? Atravesó las barreras del tiempo, llegando a su presente, lo escuchaba claramente y en un sobresalto sacudió la cabeza, para volver a la realidad y frente a ella estaba la silueta de Penélope diciendo “¿Está bien?”, a lo que ella respondió  sí, sí no te preocupes sólo pensaba en reducir costos y continuó “¿Penélope?, ¿Cuántas veces te he pedido de favor que me hables de tú?, por Dios somos de la misma edad” Penélope en una actitud risueña y fresca dijo: “¡Sí! , un millón de veces lo has pedido, ¡discúlpame Daila!”, el énfasis en esa última frase, resonó en sus oídos como un eco que hizo vibrar cada poro de su piel, confundida por tal reacción corporal, corrió al tocador mojo su rostro con agua helada y pensó en una voz interna, ¿Qué pasa contigo Daila?, ¿Qué crees que estas sintiendo?, ¿Acaso te has vuelto loca? .
Los cuestionamientos internos provocan impotencia y nerviosismo, “¿será normal lo que me hace sentir mi asistente?, sí quizá solo la admire y la respete por su eficiencia en el trabajo, es que no puedo sentir algo más por ella, es imposible, soy una mujer, he tenido novios, una vida normal y jamás he sentido estas cosas por alguna otra mujer. ¡No! Definitivamente creo que estoy estresada y comienzo a hacer telenovelas en mi cabeza, ¿y si siento atracción física? ¿Ella sentirá lo mismo?”, viendo su reflejo no puede creer lo que guarda y reprime en lo más profundo de su ser.
¿Qué pasa con los conflictos internos de Daila? Mujer preparada, capaz, altamente profesional, pero con una insatisfacción interna que la carcome día a día, la presión social y la exigencia por parte del mundo que la rodea, la encarcela en una fantasía de vida que no va acorde con sus sentimientos e ideologías, el miedo al imponerse, a cambiar los paradigmas de una sociedad repleta de doble moralismo, la envuelve en una sensación de angustia, nervios, estrés y un completo caos emocional interno, el amor es versátil, no tiene caras, estereotipos, géneros, es un espectro que llega un buen día a refugiarse en lo más profundo del alma y que sin planearlo logra integrar un conjunto de emociones y sensaciones que habitan en cada parte de nosotros, si la vida tiene diversidad de colores, paisajes, aromas, sabores, personas, naciones, ideologías, estructuras políticas y económicas,  ¿por qué el amor no puede tener el mismo número de variaciones y alternativas?.
Es momento de cambiar de mentalidad, adaptarnos a al nuevo mundo, a ideas y preferencias alternativas a lo establecido, respetar si queremos ser  respetados, mudemos de piel y recubrámonos de una nueva.

miércoles, 13 de abril de 2011

JUSTOS, EQUITATIVOS...VAMONOS A PARTES IGUALES OK?

 

En estos últimos días el término reciprocidad me ha estado acompañando, digamos que lo justo o lo que he creído yo como justo ha guiado mis decisiones en lo poquito que va de la semana.

La palabra justicia al menos para mi es darle a cada quien lo que le corresponde, sin embargo lo que yo viví fue más complicado que una acción legal o una mera definición lingüística, ¿qué es lo que pasa con las relaciones humanas, en específico con las relaciones de pareja?  , por qué la mayoría de las veces y lo digo así porque no me quiero escuchar grinch y decirles siempre,  estamos en ventaja o desventaja,  es algo complicado encontrarnos en una relación dónde la entrega por ambos lados sea igual, sea equitativa; es decir que las dos personas se estén entregando en la misma forma y aquí chicas es muy interesante lo que sucede, cuántas veces no hemos conocido parejas que ante nuestros ojos son magníficas , se ven completamente felices y satisfechas con dicha relación, yo conozco una, aún así alguna de esas partes no está del todo "bien" o siente que podría mejorar ciertas actitudes su pareja o escuchamos la típica frase: Tiene cositas que no me gustan pero como lo quiero tanto simplemente lo tolero, y aquí entramos en otro juego de palabras ¿Qué es en realidad tolerar?, tolerancia entiendo yo, es respetar las posturas e ideas de los demás, algunas veces deformamos su significado y confundimos respetar con pasar por alto, ignorar, o simplemente no interesarnos por lo que el otro cree, al fin, no es nuestro problema y ni pensamos igual que él y….  ¡¡¡no!!! Es ahí cuando erróneamente jugamos con la terminología.

Hago una pausa para decirles el compromiso (entendiéndose como formalidad en una relación) no siempre es lo correcto o lo que están buscando las personas, ¿Qué es lo correcto o lo incorrecto? quién soy yo para venirles a responder dicha pregunta, siempre he cuestionado a las personas que me dicen eso no es correcto, lo correcto es esto otro... ¿Dónde está el reglamento que lo marca? sé que está la constitución pero aquí estamos hablando de sentimientos, de emociones de una palabrita tan trillada pero que a todos en algún momento nos roba el sueño "el amor en la pareja", ahora que lo pienso que genial sería tener una ley que regulara nuestras relaciones ¿no?, así sabríamos o tendríamos el sustento de decir lo bueno y lo malo es tal... pero lastima, aquí quien te dice lo bueno o lo malo eres tú misma, entendamos como bueno tu felicidad, tu bienestar ,que ¡¡¡¡ojo!!!! al mismo tiempo estarás brindándole a tu pareja, por el contrario lo malo sería tu angustia a no ser valorada, a estar siendo utilizada, sentir que algo está fallando, por consiguiente si no estás a gusto tú ¿Cómo pretendes que el otro se sienta bien?. Un free es bueno cuando ambos buscan lo mismo, una relación con compromiso es buena si ambos así lo desean , todo es bueno mientras ambos se sientan bien y donde ninguna salga perdiendo o lastimado.

Continuando con esto de la tolerancia, muchas veces nos queremos hacer las “tolerantes” y aguantamos muchas cosas a nuestra pareja, dejamos inclusive de hacer las cosas que nos gustan, con tal de estar con él y compartir sus gustos y aficiones, esto es muy bueno cuando tú te sientes a gusto con ello, cuando no te afecta, ¿por obligación? ni eres feliz  tú y mucho menos lo harás feliz a él, es muy cierto que deberá existir la flexibilidad para compartir momentos que quizá no sean de tu total agrado, y por el lado de él también tendrá que existir dicha flexibilidad. Pero cuando esta “tolerancia” te está llevando a sentir tristeza, preocupación, incomodidad e insatisfacción, es momento de hacer un alto, una introspección ¿Es realmente una relación sana? ¿Estoy siendo tolerante o estoy siendo sumisa? Las respuestas únicamente estarán en ti, escucha la voz interna que todas tenemos, llámala intuición femenina, tu “yo” interno, corazonadas o como quieras, pero ponle mucha atención, en algún momento los problemas de insatisfacción o de falta de amor por alguna de las partes es tan obvio que todos en el exterior lo podrán ver, pero tú “no sé por qué” no te percatas de ello, dicen por ahí que no hay peor ciego que el que no quiere ver, y es muy cierto, tratamos de justificar al que nos está dañando ya sea física o emocionalmente, con pretextos que evaden una realidad que nos grita, ¿hey? Aquí estás y te estás lastimando, un ejemplo: “Llego de mal humor, no fue del todo amable conmigo, pero es que hay mucho tráfico” “Bueno ¡¡si!! , se molesto pero yo tuve la culpa por decirle lo contrario”, etc etc etc y la lista de ejemplos podría seguir, siempre que ocurre un disgusto empezamos a decirnos si yo hubiera hecho tal cosa…o si yo no hubiera dicho tal….si yo fuera más o menos… Y a veces el error no está en una, citaré las palabras de mi miss Guitti  “¿estás viviendo un amor de bendiciones o un amor de castigo?” el de bendiciones te hará reír, te hará sentir plena y además te dará tu espacio y dejará que tu vida siga siendo tuya, no te limitará y siempre pese a todo te respetará y te dará un lugar dentro de su vida, por el contrario el de castigo es aquél donde no le importas, las cosas se hacen a su manera, donde tú no eres la prioridad si no la opción, aquí te sentirás insegura, devaluada y esto es justamente lo que no queremos, siempre he escuchado la frase de : “Yo doy sin esperar nada a cambio” no sé si exista realmente alguien que piense así y que además lo lleve a cabo, pero la naturaleza del ser humano es que siempre quiere recibir y dar al mismo tiempo, esto aplica mucho más en un ámbito de sentimientos, a mi parecer alguien que se la pasa dando todo el tiempo y no recibe nada a cambio es una persona que no valora la importancia de estar feliz y dónde antepone su bienestar al del otro, retomo de nuevo a mi miss “más vale un aquí te doy, que dos te doy mañana” ¿Cuántas veces nos conformamos con sólo un poco? No importa que me dé sólo esto por ahora, lo quiero tanto, que a lo mejor con el paso del tiempo él comience a sentir lo mismo que yo… ¡¡¡ayyy!!! por favor y ¿Cuándo vamos a ser completamente felices? No un 40% felices y satisfechas ¡¡no!! Un 100% y cuando hablo del 100% no me refiero a que vamos a encontrar a una persona perfecta, ¡¡¡no!!! Habló de esa persona que vamos a amar con todos sus defectos y con todas sus virtudes y que dichos defectos además no nos causen tanta irritación, angustia y sobre todo que no busquemos cambiarlos por ningún motivo, amaremos el “paquete” completo, es ahí la enseñanza de esta frase “más vale un aquí te doy, que dos te doy mañana”, chicas no nos conformemos con migajas, si no se pueden entregar a nosotras como nosotras lo estamos haciendo, no esperemos a ver si mañana a este “hombre” se le ocurre darnos nuestro lugar y el respeto que todas y todos nos merecemos.

Como siempre deseo que sean plenas, es nuestra responsabilidad serlo, estás son mis vivencias, al fin y al cabo tú tienes las tuyas, tú decides tu camino, tus relaciones el caso es disfrutarlas y sentirse bien con ustedes mismas. Les dejo una canción que me encanta y que además ilustra este tema =).

martes, 12 de abril de 2011

LUCHA DE GIGANTES ¿Y TÚ DE QUE LADO ESTÁS?

La pasión muchas veces se nos presenta en el momento menos esperado, la pasión es silenciosa y goza al entrar en nuestras vidas, siempre estará acompañada de su mejor amigo, su aliado el deseo; mezcla de emociones, sensaciones y ardores que conforman un gran torbellino, que emerge de nuestra sangre, del calor que se produce en ella, va lentamente apareciendo, temeroso de ser rechazado, criticado o juzgado, todos en algún momento de nuestras vidas nos topamos con uno que otro torbellino propio o bien de un extraño, con el tiempo éstos toman una gran fuerza, un supremo poder, manipulan todo a su alrededor y se convierten en gigantes dignos de admirar  por su presencia.
Cuando el escenario es propicio para que dos gigantes se diviertan, el espacio que los rodea se convierte en espectador de un completo caos, de una locura sin bridas, el tiempo se detiene y el mundo de ambos gigantes comienza a simplificarse en ese gran contrincante de juego.  Los dos en ese entonces son imponentes, majestuosos, sienten, disfrutan y gozan en cada uno de sus encuentros, pero un día algo pasa, uno de ellos comienza a debilitarse, el torbellino que lleva dentro comienza a aquietarse los niveles de pasión y excitación en el juego comienzan a descender para colocarse en un estado de calma, la pasión y el deseo que un día gobernaban en él empiezan a convertirse en ternura, en ver al otro como compañero de juego no como contrincante, entonces uno de ellos inclina la cabeza ante su oponente dejándole ver su fragilidad, la victoria ante sus ojos, temeroso de que en cualquier momento le dé un gran golpe y lo termine, simplemente lo aniquile. El gigante fuerte se detiene, no sabe qué hacer, confundido y estresado por tal situación, le toma por sorpresa la debilidad de su contrincante, quiere incitarlo a seguir con la lucha, lo trata de convencer del exquisito sabor y placer que da el poder, el débil opina lo contrario, quiere hacer una pausa en el camino, se siente en desventaja, hace notar sus demandas, suplica cambiar las reglas del juego, su oponente no está dispuesto a cambiar las reglas del juego, no está dispuesto a cambiar o a modificar nada. ¿Qué hace?, ¿Se somete?, ¿Acata las reglas del poderoso?, ¿Asume la ideología de su oponente, creyendo que con el tiempo se adaptará o inclusive las pueda transformar?. En esta historia él toma sus cosas y se marcha, no sin antes mostrarse tal cual con su oponente, dejándole ver sus debilidades, se va con un gran dolor, con heridas que acompañarán las cicatrices de las batallas anteriores, desea encontrar un compañero con las mismas oportunidades que él, quiere limpiar su honor con su oponente, cree que si bien dejo ver sus puntos débiles, al darle la espalda también estará mostrándole su gran valor, su valentía y su coraje por mantener con la frente en alto sus ideales, se marcha con tristeza, con dudas, ¿Hizo lo correcto?, ¿Habrá dejado en el oponente la misma marca que éste dejo en él?, ¿Es correcto lo que hizo?, ¿Estará perdiendo la oportunidad de una gran batalla?, él aún busca las respuestas, pero se siente orgulloso de dejar a atrás a su rival, tratando de seguir con el combate, dicho combate es el enfrentamiento a la vida diaria, a los caminos sinuosos, al fantasma de aquel personaje tan elogiado y de vez en cuando temeroso de su propia sombra.
¿Tú tienes o has tenido una lucha de gigantes? Supongo que sí, algunas veces eres el fuerte, otras el débil e inclusive en ocasiones puedes llegar a ser ambas caras de la moneda, aún así en el pecho, justamente ahí en el corazón guardarás un rayo de esperanza.


¡Y UN BUEN DÍA PASO!

Es muy extraño cuando tú consciente te dice: ¡NO vuelvas a hacer esto! , ¡Mejor condúcete de “x” forma por la vida! Porque justo cuando pasa esto, las circunstancias y los escenarios perfectos van llegando a tu vida, como si de magia se tratara, jamás pensaste que algo así pudiera llegar a ti, pero los mejores regalos de la vida siempre vienen en una envoltura austera y sin muchos detalles, comienzo a entender que lo importante esta en el contenido, muchas ocasiones esas cajas están justo enfrente de nosotras y simplemente no las vemos o no nos tomamos el tiempo necesario para observarlas y contemplar el gran tesoro que en su interior éstas guardan, pero en el tiempo justo y perfecto nos vemos ahí , paradas frente a esa cajita y ésta logra captar nuestra atención, nuestros ojos de repente brillan más y la gente nos pregunta que qué hay de nuevo en nuestras vidas , porque lucimos frescas y contentas, la respuesta es muy sencilla e inocente: ¿De veras? ¡¡¡No!!! estoy igual que siempre, sin embargo en el fondo nos empezamos a dar cuenta que algo está cambiando en nuestras vidas, nuestra atención se vuelca hacia esa “cajita”, pero dentro de toda esta gran felicidad llega una vocecita un tanto … no!!!! Un mucho muy odiosa que nos taladra la cabeza, la denomino “miedo a darte un santo catorrazo”, empezamos a querer engañarnos y decir que no estamos sintiendo absolutamente nada, ajá, ¿¿te la creíste realmente?? ¡Exacto!  , No te puedes engañar y por consiguiente no puedes engañar a los demás, pero ¿por qué este miedo?  Bueno porque la “cajita” es nada más y nada menos que una persona por la cual empiezas a sentir cosas, ya sabes, piensas en él, te gusta platicar con él, te interesas por sus cosas, te atrae mucho, etc. El único problema aquí es que no está listo para ti, tiene pendientes e historias que no ha podido cerrar por completo, ¿Tú qué haces? Yo no sé qué hacer, pero tengo tanto miedo de caerme, de perderlo, no sé cómo actuar, espero que la solución llegue a tiempo y no cuando sea demasiado tarde.


LA VIDA SE NOS BRINDA COMO UN REGALO, LO MEJOR DE TODO ES QUE VIENES PARA DISFRUTAR Y APRENDER, ES NUESTRA OBLIGACIÓN SER FELICES Y SACARLE JUGO A CADA RESPIRO Y A CADA MÁÑANA. AGRADECE POR TAL OBSEQUIO, VIVIENDO DÍA A DÍA COMO SI FUERA EL ÚLTIMO DE ESTE CAMINO LARGO, COMPLICADO PERO BELLO AL FIN.